CAMINOS DE FE
INTRODUCCIÓN
No muchas personas en el mundo están dispuestas a dejarlo todo por una razón que vaya más allá de sus propios límites. Pero sí es el caso de más de 9 mil mujeres, que lo dejan absolutamente todo, sus casas, su trabajo y su familia para caminar desde Guanajuato y Michoacán hasta la Basílica de Guadalupe, entre 7 y 12 días, soportando climas extremos, en el que lidian con un calor sofocante, con lluvias implacables y con bajas temperaturas; entre autopistas, bosques y ciudades.
Sin importar que tengan 11 o 60 años, padeciendo alguna enfermedad como una vesícula a punto de reventar, que se encuentren a un segundo de la hipotermia o que sus pies estén lastimados por más de 20 ampollas; estas mujeres peregrinan de manera estoica y logran algo que pocas personas son capaces tan siquiera de pensar.
Es un camino difícil, que las peregrinas hacen con diferentes anhelos, pero con un mismo fin. Algo que no puede tocarse o verse, pero que es tan palpable como su propia vida; es la fe, una fe ciega hacia Dios y a la Virgen de Guadalupe.
Este trabajo reúne breves historias e imágenes de algunas de estas mujeres peregrinas, bandereros y celadores que las cuidan. Historias de las personas que han pasado por este largo viaje, de las anécdotas que enfrentan, superan e inspiran, en que la fe, es más grande que cualquier montaña.
AGRADECIMIENTOS:
No tengo suficientes palabras para poder agradecerles a todas aquellas personas que me dieron un poco de su tiempo y compartieron conmigo una pequeña parte de su propia historia; cada una de ellas me ha hecho reír, sorprenderme y llorar. Pero mucho más importante, reafirmaron lo orgullosa que estoy de poder caminar junto a ellas, de esa gran familia de mujeres que no se rinde, que luchan, que lo hacen absolutamente todo por su fe. Es un orgullo para mí ser una peregrina.
Linda Escárcega M.